El 10 de julio de 1890, cinco familias riojanas y vascas que compartían su gran pasión por el vino, fundaban la ‘Sociedad Vinícola de La Rioja Alta’. Así se iniciaba una apasionante aventura empresarial en la que los fundadores tienen como gran ilusión la elaboración y crianza de vinos de alta calidad de Rioja.
Calidad, elegancia, innovación, sentimiento, evolución,… Son los pilares que erigieron las cinco familias que fundaron la bodega y sobre los que se ha cimentado una forma de vivir, sentir y elaborar vinos de la máxima calidad que continúan evolucionando desde la sutileza y la perfecta adaptación a los nuevos gustos gastronómicos.